24 de diciembre de 2011

Madrugada.

Noches heladas pasan desapercibidas y esto se llama vida...
Todavía no me libero de estas pesadillas...
Es tan dulce el instante antes de despertar en el que toda la luz que poseo desaparece...
Todo a mi alrededor empieza a moverse, y todo es un peligro potencial, si no corres te lastimara...
Eso me enseño ella.
Lo único que nunca pude resistir, lo único que jamás pude separar.
Ella.
Mi alma esta rota, se separo. Ahora camino cada noche hasta que mi piel ya no da mas, y solo me derrumbo ahí, lo único que quiero es encontrarte, tenerte una vez mas, perdida entre los arboles, mientras yo ando perdida tratando de encontrar una señal, algo que me diga que esto va a algún lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario